En el último día del año, combates entre disidentes de las FARC y el ELN causan zozobra en el Catatumbo
Disputan el control territorial y de las economías ilícitas.
Los combates entre el Frente 33 de las disidencias de las FARC y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) causan zozobra en el último día del año en la región del Catatumbo, donde desde hace una semana estos grupos han perpetrado ataques con drones que afectan a la población civil.
La situación más grave se vive en el poblado de Filo El Gringo, que hace parte del municipio de El Tarra, cuyo alcalde, Eyder Robles, afirmó en un comunicado que los enfrentamientos entre el ELN y la disidencia de las FARC han "ocasionado una afectación humanitaria de gran magnitud, impactando de manera directa a la población civil".
El gobernante señaló que la violencia ha "obligado a numerosas familias a desplazarse, mientras otras permanecen confinadas en el territorio, en un escenario marcado por el temor, la incertidumbre y la pérdida de bienes y viviendas".
"Ante la gravedad de la situación humanitaria, la administración municipal solicita de manera expresa a los grupos armados que hacen presencia en el territorio el respeto irrestricto por la población civil y la habilitación inmediata de un corredor humanitario", agregó el alcalde.
En videos publicados en redes sociales se ve cómo los ataques de estos grupos en Filo El Gringo han causado destrozos en la iglesia, en viviendas y comercios en la víspera del Año Nuevo.
"Hago un llamado urgente al Gobierno Nacional para que actúe de manera decidida frente a la crisis humanitaria sin precedentes que atraviesa nuestra región", expresó por su parte Uber Conde, alcalde del municipio de Teorama, quien es el presidente de la Junta Directiva de la Asociación de Municipios del Catatumbo.
Conde instó a los actores armados a "sumar esfuerzos en la creación de espacios de diálogo abiertos y constructivos que permitan mitigar esta situación, promoviendo soluciones que dignifiquen la vida" de los ciudadanos de la región.
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia manifestó también su preocupación por lo que sucede en Filo El Gringo y señaló que "oficialmente no se ha reportado un número de heridos o muertos".
"Sin embargo hay llamados de las comunidades y de las autoridades locales para que las autoridades competentes hagan presencia y desplieguen todas las acciones de prevención y protección para la población civil", agregó la información.
La defensora del Pueblo, Iris Marín, pidió al ELN y al Frente 33, que hace parte de la disidencia denominada Estado Mayor de los Bloques y el Frente (EMBF), "mostrar algo de humanidad".
Por eso les solicitó "suspender los enfrentamientos de inmediato"; aislar "a la población civil y salvaguardarla de los efectos de las confrontaciones, es decir, respetar el principio de distinción", y "permitir el ingreso de asistencia a la población, a través de un corredor humanitario".
Crisis alargada
La región vive desde el 16 de enero una grave crisis humanitaria por la guerra declarada por el ELN contra el Frente 33 de las disidencias de las FARC, motivada por el control territorial y de las economías ilícitas.
Esta disputa ha provocado este año la muerte de cerca de un centenar de personas y el desplazamiento forzado de por lo menos 78.000 campesinos, muchos de los cuales no han podido volver a sus tierras porque la violencia persiste.
El Catatumbo, que abarca parte del departamento de Norte de Santander, está formado por los municipios de Ábrego, Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú, y es una región que, a pesar de ser rica en recursos naturales, tiene altos índices de pobreza y bajos niveles de desarrollo.
EFE